Politica

Una Avioneta Amorosa de Candidato

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Desde Algún Lugar del País: Por Joel Macías de Lara

       Volar en avión es muy cómodo porque las distancias se acortan en tiempo; el tiempo de un candidato es vital para su campaña y nada de malo tiene que ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR se traslade en avionetas privadas o taxis aéreos cuántas veces le de su gana. Lo curioso de todo esto es su manía para mentir cuando debería concretarse a decir me la prestó GERMAN LARREA propietario y director ejecutivo de Grupo México, la empresa minera más grande de México y la tercera empresa productora de cobre más grande del mundo.

       El Cessna 401, con matrícula XB-HSW, año 1968, diez plazas es propiedad de ELVIA GARCÍA PACHECO, administradora del Grupo minero México, no cuenta con registro alguno en el listado oficial de proveedores del Instituto Nacional Electoral; Avión privado que se puede prestar sin necesidad de permiso alguno.

        Un día después del vuelo, AMLO envió a su vocero César Yañez, y vocero de la coalición Juntos Haremos Historia, a desmentir lo del vuelo en el programa de Ciro Gómez Leyva a quien le aseguró que la avioneta había sido rentada. Como van a rentar algo que no se puede arrendar por ley. Era tan sencillo me la prestaron y punto. A pero como la aeronave es de los mineros ahí sí que no lo iban a cantar tan fácilmente como si las matrículas no dijeran nada.

       LÓPEZ OBRADOR se enredo a su clásico estilo por no planear bien la mentira que diría sobre el avión rentado o prestado; la sospecha es mayúscula al traer como compañero de viaje a NAPITO, un hombre impresentable a quien ahora defienden a muerte los seguidores del tres veces candidato presidencial a quien por lógica deberían de cuestionar por el fondo minero que desapareció; en fin que con su avión se lo coma LÓPEZ OBRADOR mitómano contumaz pues bien lo dijo y ahí está el enredo. “Ej que no uso aviones privados” y bolas que cae como el refrán ese “cae más rápido un hablador que un cojo” y la verdad aunque les duela si es bastante mentiroso el señor de los amorosos aviones.

 Es cuanto señor presidente. Por Joel Macías de Lara